En este empeño de buscar personas que vivan como verdaderos resucitados en el mundo de hoy, les presentamos a MIRKO, un salesiano de Eslovenia que con su alegría y silencio contemplativo, crea un ambiente muy grato a su alrededor.
Todos los días Mirko se sienta en las primeras bancas del santuario María Auxiliadora de Talca para agradecer al Señor el don de su vida y pide por todos los jóvenes para los cuales se consagró.
Regala muchos panes en los recreos, y con ellos, regala parte de sí.
Él nos invita a donarnos como un pan eucarístico que nace del trigo de los campos, se une al agua del bautismo y se hornea en el fuego abrasador del ESPÍRITU SANTO.
ERMITAÑO +
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