Los misterios del rosario nos pueden ayudar a meditar sobre el paso de Dios en nuestra vida…sobre “nuestra historia de salvación”.
Nuestra vida es un libro sagrado. En ella, la caligrafía de Dios ha ido dando forma a nuestra existencia: un sentido, una razón, una finalidad. Los acontecimientos que vivimos, que celebramos y que sufrimos, son una hermosa oportunidad para leer la voluntad de Dios y la Palabra que pronuncia para nosotros.
Resulta un buen ejercicio espiritual escribir los propios misterios gozosos, luminosos, dolorosos y de resurrección, que han tenido – y tienen – lugar en nuestra vida y en el camino de la fe que venimos haciendo.
Esos misterios son los acontecimientos y las experiencias que hemos vivido con alegría y que nos han proporcionado un gozo insuperable (misterios gozosos); son también las manifestaciones luminosas de Dios, que nos han orientado y nos han revelado su voluntad en un momento determinado de nuestra vida (misterios luminosos); son las horas de oscuridad, de pasión y de muerte que hemos experimentado, y que nos han hecho más humanos, más concientes de nuestras limitaciones y de nuestras fragilidades (misterios dolorosos); y son acontecimientos y experiencias que nos han levantado del abismo en el que nos hallábamos (misterios de resurrección).
Si los escribimos los podemos rezar junto a María, contemplando la acción de Dios en nuestra vida. LyA
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