Por estos días, he meditado acerca de la santidad de una adolescente de apenas 10 años: La amiga del cielo, Laura. ¿Se puede ser santo a tan temprana edad? Podemos encontrar la respuesta en las bienaventuranzas de Lucas, en las cuales se presenta todo el proyecto de vida trazado y animado por el mismo Jesús: Felices los que lloran, felices los perseguidos, felices los pobres... ¿CONTRADICCIÓN O NOVEDAD?
Me atrevo a decir NOVEDAD y esperanza.
Laura, la adolescente que experimentó la pobreza, la vejación, el abandono del padre, la humillación, el dolor. Todo, llevado con la más sorprendente alegría.
Los adolescentes están llenos del espíritu de las bienaventuranzas...son capaces de todo por un ideal. No estaría mal leerlos y escucharlos: son una fuente inagotable de sabiduría, transparencia y SANTIDAD.
ERMITAÑO DDJ +
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