Estamos día a día, preocupados por muchas cosas, que acaparan nuestra atención y se llevan parte de nuestras energías.
Muchas veces me pregunto si esas preocupaciones merecen tanta atención de nuestra parte. ¿Estaremos gastando parte de nuestras vidas en lo esencial o nos desgastamos por cosas inútiles?Y a menudo, me detengo y pienso que no vale la pena por ejemplo, poner atención en las cosas que hacen o no hacen los demás, sin decir, por eso, que no me importa lo que le pasa al otro.
¿Valdrá la pena tensionarnos por lo que pensarán los demás de nosotros?
¿Pensar en lo bien considerado que estaríamos por los demás, si hicieramos esto o aquello?
He llegado a una conclusión: son pocas las cosas esenciales y ellas están al alcance de la mano.
Amar a Dios.
Amar a la familia.
Amar a los amigos.
Contentarse con lo que ya se tiene (que es mucho más de lo que creemos.)
Ser Feliz.
En definitiva, hacer como Jesús, quien desde la Pasión, hasta la Resurrección, se quedó con lo fundamental: El infinito amor de su Padre Dios.
ERMITAÑO DDJ +
3 comentarios:
¡Qué hermoso que puedas compartir tu camino espiritual con nosotros!
Es el Señor el que une de corazón y somos nosotros los encargados de cuidar y fomentar esos lazos con otros hermanos.
"Ámense unos a otros...para que todos sean uno"
Amigos míos, un 20 de Noviembre de 2003, Jesús me tomó de la mano. La historia es muy larga, pero puedo afirmar con absoluta propiedad que DIOS existe, que es tangible y que obra.
A lo largo de estos 4 años y medio he relatado lo que viví aquel día, pero el intelecto de los seres humanos es extremadamente limitado para entenderlo y menos para aceptarlo.
Agradezco desde el fondo del alma vuestro apoyo y empatía.
Un abrazo fraterno y que Dios los colme de bendiciones.
Vuestro amigo,
Alejandro
Es tan cierto lo que escribes hermano!
Lo esencial...eso basta!
El tiempo pasa ligero...y con él tantas vanidades.
AMAR y LUCHAR, eso es lo esencial.
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