EN EL CAMINO DE LA VIDA NOS ENCONTRAMOS CON PERSONAS QUE SON VERDADEROS COMPAÑEROS DE VIAJE. ELLOS NOS AYUDAN A VER CON OTROS OJOS LO QUE VEMOS A DIARIO. ENTONCES TODO SE TRANSFORMA EN MAÑANAS DE RESURRECCIÓN.
Durante las misiones de invierno, pude conocer a este hombre que durante toda su vida ha recorrido las mismas colinas que María decidió subir para visitar a Isabel. Ella mostrando a Jesús acurrucado y feliz en su vientre....Y este amigo, teniendo como único tabernáculo, su propio corazón, donde el Resucitado sonrie complacido.
Con afecto y alegría Pascual... ERMITAÑO +
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